viernes, 30 de diciembre de 2011

Mochileando por Centroamérica

El día de hoy, con un grupo de amigos, partimos hacia México, en bus, desde Costa Rica, para luego ir bajando y conocer Guatemala y Nicaragua.

Hemos estado planeando desde hace varios meses irnos de mochileros y conocer un poco más acerca de nuestra realidad latinoamericana y centroamericana (en particular), viajamos con poco dinero, sin certeza de nuestro paradero, tampoco sabemos de fechas o de horas, solo sabemos que vamos y que tal vez volvamos en cosa de un par de meses.

Una vez vuelva escribiré mi experiencia acá a fin no solo de compartirla sino también de proporcionar algo de ayuda a quienes realicen un viaje por estas hermosas rutas.


martes, 22 de noviembre de 2011

Ezra Pound y Rembrandt te miran dormir solo


"Te detienes en el rostro que duerme en la cama, escuchas la sombra que se desliza en los tejados, el maullar de unos árboles pintados oscuros como figuras en cuadro un tanto tenebroso: piensas en un Rembrandt mal visto alguna vez, la figura de Ezra Pound con cara de demente siendo condenado. Te suena lejano. Si dejas la silla, si mueves la cortina, si miras al gato de la ventana, y más si navegas la vista en ese cuerpo que dormita cálido. Vuelves a la cama, sientes el calor, cruzas con cuidado un brazo en el espacio entre el cuello y la almohada, con lentos movimientos ahogas los crujidos de las tablas, arropas con el brazo restante y dejas caer la cabeza en tu cachito de almohada. Entonces te das cuenta que ni Rembrandt ni Pound te dicen nada de ese instante. Cierras los ojos. Abrazas."

sábado, 8 de octubre de 2011

La Loba (Alfonsina Storni)




Yo soy como la loba.
quebré con el rebaño
y me fui a la montaña
fatigada del llano.

Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,
que no pude ser como las otras, casta de buey
con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza!
Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

Mirad cómo se ríen y cómo me señalan
porque lo digo así: (Las ovejitas balan
porque ven que una loba ha entrado en el corral
y saben que las lobas vienen del matorral).

¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!
No temáis a la loba, ella no os hará daño.
Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos
¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!

No os robará la loba al pastor, no os inquietéis;
yo sé que alguien lo dijo y vosotras lo creéis
pero sin fundamento, que no sabe robar
esa loba; ¡sus dientes son armas de matar!

Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta
de ver cómo al llegar el rebaño se asusta,
y cómo disimula con risas su temor
bosquejando en el gesto un extraño escozor...

Id si acaso podéis frente a frente a la loba
y robadle el cachorro; no vayáis en la boba
conjunción de un rebaño ni llevéis un pastor...
¡Id solas! ¡Fuerza a fuerza oponed el valor!

Ovejitas, mostradme los dientes. ¡Qué pequeños!
No podréis, pobrecitas, caminar sin los dueños
por la montaña abrupta, que si el tigre os acecha
no sabréis defenderos, moriréis en la brecha.

Yo soy como la loba. Ando sola y me río
del rebaño. El sustento me lo gano y es mío
donde quiera que sea, que yo tengo una mano
que sabe trabajar y un cerebro que es sano.

La que pueda seguirme que se venga conmigo.
pero yo estoy de pie, de frente al enemigo,
la vida, y no temo su arrebato fatal
porque tengo en la mano siempre pronto un puñal.

El hijo y después yo y después... ¡lo que sea!
Aquello que me llame más pronto a la pelea.
A veces la ilusión de un capullo de amor
que yo sé malograr antes que se haga flor.

Yo soy como la loba,
quebré con el rebaño
y me fui a la montaña
fatigada del llano.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Dividido

Hay partes de mí que siento infinitamente distantes.
Quien dijera que estoy acá,
que pienso esto o aquello,
que soy lo que nombro o lo que callo,
lo que pienso o lo que juego a ignorar,
mentiría de forma irrevocable.

No sé quién esparció
el cadaver en medio del camino,
la certeza será que cada trozo
tome vida,
muerte
pensamiento propio.

Inevitablemente habrá conflicto
y no sabré si vivo
o muero en el proceso,
no sabré si tomo bando,
partido en contra mía,
o si por el contrario ando de avanzada a mi favor.


La única certeza es un silencio
detrás de una sombra,
lo demás es duda.

martes, 13 de septiembre de 2011

Fastidio, incertidumbre, miedo



Podría yo quizá...
pero no, no lo haría,
para mí no tiene sentido,
preparar las armas,
tomar por asalto tus castillos que bien no existen,
robar el cariño que reclamo,
el afecto que sin deber asumo como deuda tuya que bien no querés.

Es tonto.
Ambos somos lo suficiente maduros
y lo suficiente ingenuos como para aherrojarnos en un solo anhelo;
vos bien con tus prejuicios que siempre sirven al menos para acallar escuzas,
yo con mis ilusiones demasiado a piel para asustarte,
demasiado... no sé,
tal vez ese afecto no seduzca y tanta desnudez te devenga
en cuerpo de llagas demasiado expuestas,
carne viva al aire que asumo como tesoro de tu espanto



Imagen tomada de:http://almibarimposible.files.wordpress.com/2007/12/incertidumbre.jpg


viernes, 9 de septiembre de 2011

Algunos apuntes sobre filosofía latinoamericana
















La filosofía latinoamericana está en crisis” apunta Christina Schramm (p.1) al inicio de su artículo La crisis de la filosofía latinoamericana y aclama una apertura de la filosofía latinoamericana con el fin de integrar a esta “el pensamiento indígena, afro-latinoamericano, feminista y de otras narraciones” (p.2), ante la caída de los metarrelatos y la fragmentación de la narración dominante se abre esta posibilidad.



No obstante cabe preguntarse si realmente esta narración dominante está “cada vez más cuestionada y por ende fragmentada en su lógica” (p.2) o si esto deviene por el contrario de la lógica misma del capitalismo transnacional, multicultural, verde si se desea, e incluso contrasistémico. De qué concluyamos de ese cuestionamiento se podrá concluir el carácter de la filosofía latinoamericana, o si tal cosa realmente existe.



En una modernidad que se presenta a sí misma como “líquida” (Bauman, 2002) tal liquidez no deviene en un estado real de las cosas: lo menos líquido en esta modernidad de apariencia líquida y sin metarrelatos continúa siendo el capitalismo, más bien cada vez más sólido, libre empresa, hegemonía cultural bajo preceptos de funcionalidad en un medio multicultural y encubierta bajo la democrática idea de globalización y Facebook como nuevo sujeto revolucionario (con sus Wiki-revoluciones) forman parte de las actuales sagradas escrituras .



Más que fin de los metarrelatos se puede hablar de una transformación de la hegemonía cultural que altera el carácter de los mismos, metarrelato es aquel formador de identidad, aquello que sirve no solo como horizonte para la reivindicación, sino también (y principalmente) aquel que conforma nuestro sentido común (en sentido schützeano) nuestro acervo de conocimiento a mano, si bien las antiguas formas de estos se oxidaron y disolvieron en esa liquidez con que Bauman califica a la modernidad, de la cual son a la vez causa, esto no implica que tal modernidad carezca de ellos, de hecho la sensación de tal liquidez, de que ya todo está perdido y solo queda la nostalgia, sigue una lógica similar, evidentemente existen otros más fácilmente perceptibles, como lo es la idea de la democracia como única vía política posible, además de moderna, justa y completa, de ahí que reconocidos autores aboguen por una profundización o radicalización de esta.



La filosofía latinoamericana no ha escapado de esto, la crisis a la que Schramm alude se ancla en lo anteriormente expuesto, los fundadores dan apariencia de estar obsoletos, el antiimperialismo se presenta retrogrado, atenta contra el progreso (gran sacrilegio, como quedó en evidencia durante la campaña a favor del TLC), tan solo es consigna de monstruos, el ser latinoamericano se torna imposible, se devela como ficción. Aunado a esto hay que agregar el carácter profundamente idealista de la filosofía que encalla la discusión en la posibilidad o imposibilidad de la filosofía latinoamericana (y del ser latinoamericano) sin realizarla.



No obstante la necesidad de “pensar América Latina” es ahora aún más vital que en las eras de esos fundadores; exista o no un ser latinoamericano lo cierto es que las condiciones de aniquilamiento en que se sistemáticamente existen (o dejan de hacerlo) gran parte de la población de la región y el aniquilamiento mismo posee una existencia ontológica, ética y socialmente innegable.



La crisis de la filosofía latinoamericana es sintomática, representa no solo el carácter que la modernidad da a la región, sino también la efervescencia de los movimientos sociales que se apoderan de ese campo antes reservado a intelectuales aislados. Esta “crisis” es lo que ha permitido el ingreso de nuevas visiones más integradoras y el cuestionamientos de antiguas formas no inclusivas, pensar Latinoamérica exige un cuestionamiento ecuménico, pues va anclado a reivindicaciones de nuevos actores sociales, actores que ya no son el partido, la clase obrera, ni tan siquiera el campesino, sino la mujer, el indígena, el homosexual, el transgénero, etc.






Pero ¿Qué es realmente Latinoamérica? Más allá de una cuestión geográfica o idiomática, la necesidad de conceptualizar una América Latina, Nuestra América, deviene de las condiciones de opresión, explotación y dependencia que sufre la región como un todo, del imperialismo (económico y cultural) y de su papel en el capitalismo transnacional (como materia prima, como mano de obra barata, como capital intelectual desdeñable, como servicios, etc.). Decir que Latinoamérica es una sola realidad sería una falacia histórica, negarlo en su totalidad sería otra.



America Latina no es occidente, no es parte de occidente (ni si quiera una parte despreciable o inferior) aunque es cierto que algunos lugares de ella si lo son, como decir la casa de jefe extranjero en el enclave de una Banana Republic, lo cierto es que el carácter de Nuestra América se asemeja más a una región occidentada, una región que padece, tanto por imposición externa como por auto-imposición, del pensamiento occidental y del desarrollo de occidente sin llegar a alcanzarlo y sin que los enunciadores del mismo se lo permitan, el latinoamericano es intrínsecamente un otro para el pensamiento hegemónico: habita en una región de inmensa riqueza pero lastimosamente poblada de latinoamericanos. Latinoamérica es occidentada y no occidente porque es excluida de definir los cánones de occidente, los cánones del desarrollo (recuérdese que es lineal, si lo alcanzas, desarrollado, sino, atrasado).



En el capitalismo transnacional y su lógica, el multiculturalismo, América Latina, se ve como una región a la que es menester respetarle su retraso, su pobreza y bien sus matanzas tropicales, como si tal cosa fuese autodeterminación, como si no llevaran nombre del (neo)colonizador, como si el multiculturalismo no se vinculara con la hegemonía y la opresión del capital transnacional.



Ante esto solo se puede responder con un empoderamiento creador, con una praxis liberadora, con auto-constitución de los sujetos, ya no cabe la pregunta por la autenticidad de una filosofía latinoamericana, no se puede partir de cero como si la región no hubiese padecido nada, como si las venas abiertas de América Latina no estuviesen sangrantes, es justamente esa historia la que provee el capital liberador que posee la región y que exige una filosofía que disipe la niebla con que el pensamiento hegemónico oculta no solo las caras de la opresión, sino la posibilidad de reivindicación.



Si realmente la filosofía en la región no es autentica entonces no es que no exista una filosofía latinoamericana, es que esta no es liberadora: nuestras producciones, al igual que todo, pueden conducir a esa emancipación, negarla, retrasarla u omitirla. Esto claro si se entiende por filosofía latinoamericana una cuestión geográfica o idiomática, pero si se le entiende desde la necesidad que se explicó anteriormente, es por definición autentica, desde y para América Latina, autentica pues implica una ruptura con el logos occidental, o mejor dicho, con su presunción de totalidad y le revela como pseudo-totalidad, que al presentarse como totalidad invisibiliza y excluye el pensamiento reivindicador, pues se trata de una totalidad que no lo incluye, el logos occidental no es dialéctico, sino lineal, se valida a sí mismo en la no-contradicción, las reivindicaciones latinoamericanas no tienen poder para definir esa totalidad que le es impuesta, como decir los derechos humanos, positivistas y occidentales; en los cuales no entran las demandas y reivindicaciones creadoras de los movimientos sociales. La autenticidad de la filosofía latinoamericana es la revelación y el rompimiento de esa pseudo-totalidad y creación o el aporte de un pensamiento que no solo sea inclusivo, sino que permita y sirva para que los sujetos en su autoconstitución y su empoderamiento como sujetos históricos, creen, piensen y recreen América Latina.


Debe ser desde y para América Latina (aunque este para no designa exclusividad sino dirección) pues se trata de un empoderamiento de sujetos que no poseían esa capacidad para regirse, liberarse y recrear su realidad, es decir se sujetos históricos de su propio destino, que se piensan y plasman sus propias reivindicaciones en un espacio de apertura.



Pensar América Latina es visualizar su papel y su rol a escala mundial y plantear la desenajenación, la descolonización, es ver el espacio de souvenir que la globalización (en realidad transnacionalización o internacionalización) le deja, es plantear y luchar por romper con la dependencia (económica y cultural), la violencia estructural, la mano militar, que impiden el empoderamiento de los sujetos al expulsarlos bajo pena de aniquilamiento de los espacios de poder. Es develar los espacios mismos de poder y las formas de relaciones interpersonales como falsas totalidades, producto de un capitalismo global, transnacional, que no obstante no pierde sus ejes. Es criticar que Facebook sustituya a los actores sociales como sujetos de nuestras reivindicaciones. Es criticar el desarrollismo y reivindicar un desarrollo propio, no lineal, donde los nuevos actores sociales, así como los viejos, hagan valer sus reivindicaciones y no tengan que estar en posición de vulnerabilidad, de ser aniquilados.


La región reclama una cotidianidad no represiva, incluyente, esto es una tarea que la filosofía no puede realizar por sí misma, solo los colectivos, los movimientos sociales, las comunidades con su emprendimiento común, pueden realizar esa tarea, la reivindicación no puede bajar del topus uranus de las y los filósofos y ser santo grial para las personas que habitan la región y meritan liberación de su condición de vulnerabilidad, dependencia o autodestrucción. El colapso no puede ser remediado por medio de una disertación, America Latina no será sujeto de su propio destino ni se salvará del colapso mundial con idealismos filosóficos solamente, estos pueden hacer conciente, despertar, pero nada más y aún tales acciones le superan.


Si bien se negara la existencia de algo como Latinoamérica y de reivindicaciones comunes, resultará terriblemente evidente que el colapso mundial es un asunto que compete a todos y todas, y que realmente si existen reivindicaciones comunes, globales de hecho; las que competen a la región tienen alcances globales, implican no solo deshacerse del opresor, sino que esta misma acción le libera también a él de su carácter de opresor que también lleva a su propia aniquilación.



La filosofía latinoamericana no debe buscar fundar metarrelatos, sino la posibilidad misma de que los sujetos puedan fundar sus propias reivindicaciones, así como denunciar los metarrelatos existentes que son opresivos, enajenantes, falsas totalidades, que se camuflan en la liquidez de la modernidad.







Bibliografía



Bauman, Z (2002) Modernidad líquida. México: Fondo de Cultura Económica



Cerutti, H. Memoria Comprometida. Heredia: Departamento de Filosofía (UNA). Cuadernos Prometeo N. 16




Gallardo, H. Para qué pensar. Accedido el 22 de abril del 2011 desde http://heliogallardo-americalatina.info



Martí, J. (2005) Nuestra América. Caracas: Editorial Ayacucho



Mora, A. (2005). La Filosofía Latinoamericana. Introducción Histórica. San José: EUNED



Salazar, A. (1976) ¿Existe una filosofía Latinoamericana? México: Siglo XXI



Schramm, C. La crisis de la filosofía latinoamericana. Heredia: Escuela de Filosofía (UNA).Hoja Filosófica. N. 14. pp. 1-2



Zea, L. (1980) La filosofía latinoamericana como filosofía sin más. México: Siglo XXI




Confesiones



El presente escrito corresponde a un viejo poema que escribí hace ya unos cuatro años. Es, para mí, realmente significativo pues fue respuesta, perdón, disculpa, pero más explicación, ante un dolor causado y un reclamo manifiesto en el poema de Girondo ¿Donde? Los primeros versos en cursiva corresponden a un epígrafe propio, los últimos, igual en cursiva, a un pensamiento al margen del poema y que respondía a otra cuestión del reclamo que originó este poema.



Confesiones




Las palabras pueden ser fuente de malentendidos,
y a veces de buenos entendidos,
quién sabe y qué será peor.


No estabas...
y ya era hora de que empezaras a estarlo,
porque aún no conozco como se deshace el mundo,
ni la quimera que me puebla.
Si hablamos de pecados ese es el mío:
se me hace imposible no crear figuras de vaho en los espejos
porque el aliento inevitable de mi boca se empeña en formarlas.


Yo tampoco quise amor y muerte a tragos,
no los conozco,
solo finjo que pueblan también mi casa,
tal-vez sí los quise...
... ... no lo sé...
... ... ... ... hay tanto que desconozco...
quizá en algún punto de mi vida los topé y me saludaron,
quizá mi orgullo se empeñó en no reconocerlos.


Lo cierto es que un niño solo
no crea castillos de arena
- esa es solo una ficción -
lo cierto es que más allá de los hechos no llega mi carne,
lo cierto es que mi historia es la historia de ese niño que atrapa luciérnagas
como si eso lo hiciera un hombre menos solo,
o como si eso lo hiciera al menos un hombre,
y a la hora de pensar en lo encontrado
descubre que no lo conoce.


Me alegra saber cuando alguien naufraga y sobrevive:
anhelo su carne,
por la simple envidia
del no poder sobrevivir de las mismas maneras,
porque cada vez que elijo un auxilio
este me envía más lejos,
como si mi único estado
fuese el fondo de los lagos,
el extravío absoluto del enajenado,
el poco decoro de fingir la vida.


Al final no sé quién soy ni quién me habita,
al final descubro que no soy más que mis actos,
que era verdad que unas cuantas palabras y sueños de poeta
no forman mis verdaderas manos
(como si tal cosa existiera)
la única quimera en mi mundo quizás soy yo,
y cuando lo pienso,
... ... ... deshago mis castillos
... ... ... ... ... ... y dejo ir a la luciérnaga.



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¡Que cruel es la búsqueda! si caminas y no alcanzas, la esperanza no se agota pero frustra; si alcanzas y escapa no te lo perdonas nunca y te dices que en realidad jamás hallaste nada, y si no encuentras llegas a pensar que no existía la utopía. Al final solo consigues placeres de en medio del camino, y la meta sigue flotando en las cortinas que decoran los horizontes. Es tan triste...
Pero si aceptamos tu principio quizá aún quede esperanza, y el camino de la vida se vuelva llevadero, eso nos facilitaría la vida y la muerte.


Imagen tomada de: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj32iOuAwAVoQJHEV4_EKLAymCZeRFR5UPULInyB_TecsRnAiHPEZtw1GN8vbRXgCzsKwW91Ns7m_fS07eQyyQhbuE7lOBYjQfKzQwsGqvgsric8-C3qUp0dubBy2xcuBtCFyttAAiAJW32/s400/soledad6.jpg

jueves, 8 de septiembre de 2011

Cartas de amor sobre la vida y la muerte (Fragmento)

Transcribo acá un leve fragmento de una serie de cartas que quisiera compartir, si todo anda de forma deseable, escribiré el texto completo apenas le revise.


Cuando yo me muera, y el tiempo cubra mi nombre con hojas secas y nuevos nombres, cuando ya no sea más que una nota olvidada, más que una rama echada al azar en el camino; tendrás tiempo para mirar que la vida camina sorda, indiferente, conmigo o sin mí sigue avanzando, quiza mejor o peor.
Solo vos seguirás, al final sabrás que solo te tienes a tí misma, por más terrible que parezca estás más sola que un náufrago en medio del desierto, eso lo sabe cualquiera, es un lugar común, lo que pasa es que aún ni sabes donde está, ni te crees el desierto. En la vida todo se va, yo, él, nosotros, el amor, el sexo, las paredes, los versos, la nostalgia, la muerte; solo vos seguirás perpetua, pero solo para tí misma, después de todo puede ser falso que existamos porque nos reflejamos en los ojos de los otros, pues cuando todo cierra sus párpados, los nuestros siguen abiertos, todo para ser testigos de la miseria.

Yo amáblemente te sugeriría no ser tan perenne.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Pabellón Idílico

La luz apenas se filtraba, la noche dejaba entrever sus profundidades entre oscuras ramas de árboles.

La maleza se había adueñado del pabellón, el lugar se había convertido en el sitio predilecto para los amantes nocturnos, el aire se enrarecía con las primeras lágrimas o bien hervía con el olor a sexo
se adaptaba al momento.

Lo único que nunca cambiaba era el silencio, la melancolía del silencio; esta fue la razón de que nos asombraramos cuando el sitio se llenó de música, una melodía triste clamaba la ausencia de realidad.

Todos se quedaron perplejos,
tapaban sus oídos.

Algunos fastidiados tomaron al músico y lo quemaron,
pero ya no tenía sentido,
había hablado.


La irrealidad, esa, verdad innegable,

cualquiera vería que el lugar denotaba al mágico, pero todos lo ignoraban, fingían no escucharlo y castigaban al que hablara.


Era solo un pasillo abandonado, inundado de árboles musgos y hojas secas, habitado por amantes utópicos y desleales; no tenía por qué ser mágico, y aunque lo fuera no había razón para romper la burbuja.

Pero el músico lo había hecho, nos mostró las deformidades del lugar,
desnudo nuestros cuerpos y nos enseñó una a una nuestras llagas.

Ahora el lugar ya no era mágico, ni los amantes tan geniales,
nosotros, solo éramos un grupo de borrachos,
en el peor tugurio del mundo.

sábado, 27 de agosto de 2011

Oliverio Girondo





Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1891, en el seno de una familia adinerada que le procuró una esmerada educación en importantes centros educativos europeos. Estudió Derecho, y muy pronto, a raíz de sus contactos con los poetas exponentes de la vanguardia europea,
publicó en 1922 su primer libro de poemas, «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía», seguidos luego por «Calcomanías» en 1925, «Espantapájaros» en 1932, «Persuasión de los días» en 1942, «Campo nuestro» en 1946 y «En la masmédula» en 1954, obra que constituye en su trabajo más audaz en el campo de la poesía. Al iniciarse la década de los años cincuenta, guiado por su interés en las artes plásticas, incursionó en la pintura con una marcada tendencia surrealista, gracias a su profundo conocimiento de la pintura francesa. En 1961 sufrió un grave accidente que le disminuyó sus condiciones físicas. En 1965 viajó por última vez a Europa y a su regreso a Buenos Aires, falleció en 1967.

Tomada de: http://amediavoz.com/girondo.htm


Dicotomía incruenta


Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.

Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.

Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.

Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.



¿Dónde?

¿Me extravié en la fiebre?
¿Detrás de las sonrisas?
¿Entre los alfileres?
¿En la duda?
¿En el rezo?
¿En medio de la herrumbre?
¿Asomado a la angustia,
al engaño,
a lo verde?...
No estaba junto al llanto,
junto a lo despiadado,
por encima del asco,
adherido a la ausencia,
mezclado a la ceniza,
al horror,
al delirio.
No estaba con mi sombra,
no estaba con mis gestos,
más allá de las normas,
más allá del misterio,
en el fondo del sueño,
del eco,
del olvido.
No estaba.
¡Estoy seguro!
No estaba.



Llorar a lágrima viva...


Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!


No se me importa un pito que las mujeres...

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.

domingo, 14 de agosto de 2011

Explicación excuso del porqué de mis acciones o mero excurso

La manera más adecuada de iniciar este escrito que con toda certeza no leerás, sería indicar brevemente que mi vida es una basura. Evidentemente la afirmación debería ir acompañada de fundamentados motivos, de modo que vos o el lector ocasional que en definitiva será el único, pueda mirar las notas y sentir un escalofrío o un ronroneo de lástima subirle por la espalda, digamos, recorriendo la columna vertebral... algo así como esa sensación desagradable de tener un insecto de múltiples patitas subiendo inevitable por nuestro cuerpo. Evidentemente puede fracasar y que vos lo descartes a la primera, el o la lectora diga que pereza otro igual y de un manotazo o delicado "clic" apague estas ilusiones.
No obstante esto no se entendería plenamente sin terminar de leer el escrito, es decir, sin darle el chance, de modo que la basura no sea mi vida en sí, sino que remita a otros tópicos. Mi habitación, ese cuarto de fondo con la ventanita que mira un árbol y ropa tendida, da asco, de haber continuado con vos, lo habría arreglado un día, habríamos venido acá y yo hubiera intentado excitarte. ¿A qué viene todo esto?  El asunto acá es que vos elegiste no estar aquí, y yo, con ganas de escribir, decidí hablar de vos fingiendo que hablo de mí o viceversa.
Entonces limpio mi cuarto y aparecen tus recuerdos como cadáveres empolvados, la etiqueta de una cerveza que con palabras escritas al dorso anuncia que será el fin del mundo lo que nos separará y viene a mí-mente el recuerdo de cuando era cierto, éramos muy jóvenes y decir cosas como esas estaba permitido. La cuestión acá es que hay un dolor que deja sin palabras, la metáfora dirás vos o un lector atento no es tan cierta, pues si dejara sin palabras este escrito terminaría en este punto, y dado que no terminó y que la enunciación de palabras continuó se da por lógica consecuencia que el citado dolor no dejó sin palabras o que en el mejor de los casos faltan datos para la cabal comprensión de la afirmación, y esto como ya dije en lógica pura, digamos un “si p implica q” y encontramos un “no q” entonces la conclusión del silogismo será “no p”, claramente el modus tollens, famoso en su versión de los cisnes negros de Popper, con el falsacionismo del ciencia y que poco o nada importa en la cuestión de nosotros, de ese querer que ya suena a cadáver maloliente, como ese cigarrillo viejo y mohoso marca Dromedario que encontré cuando limpiaba mi cuarto, sacando tus recuerdos en una bolsa que bien abrazo y me deja con tu dolor que ya no es tuyo mezclado con el desagrado del tufillo de la basura añejada en recuerdo.

Tonto juego de mi vida

Estoy lleno de preguntas a las que formulo respuesta de esperanza, luego envío la lluvia a que borre el color de los cielos de mis paisajes; escribo, vuelvo a escribir, callo, apago las luces que uso para alejarme de mí, pienso, repienso; y los colores de mis casitas de ensueño resbalan por nuevas grises paredes tan solo humanas, se va la esperanza dejando ciudades extrañas, pobladas de razón; una voz que construye realidad para saber que vendrá. ¿Qué extraña dialéctica? Sueño para sentir, para dar sentido a esto, pienso para acabar y dejarme en el vacío.

Construyo y rompo mis esperanzas.

Ineptitud y muerte

Este deambular hacia la muerte pinta estos roídos huesos míos del color de tus sombras, de aquello que fue vida y sentido, de aquel existir tan bello y distante, de aquel recuerdillo que conservé celoso de mí y de tí en aquella cajita rellena de palabras, palabras que bordaban sus paredes, que prometían y se dejaban decir cualquier cosa. Vos y yo realmente disfrutamos aquellas ingenuidades; luego vos creciste y develaste sus mentiras, yo no.

Incapaz de mirar más allá de la sombra, más allá del hueso que reclamo y del que me hago declamar seguí fantasmas, di vida al perro de cristal que espera ansioso en tus imagenes, que mira burlesco como tejo cual mortaja falsas esperanzas; sí, tenía razón Boccanera, su saliva ya sueña con mis huesos, pero su trampa no estaba hecha de paciencia, yo, en cambio, tejo con premura, ofrezco venas, lapido el camino de este suicidio prolongado y extenso que pienso como vida... como humanidad... como silencios donde hablas y alientas hermosos demonios en mis carnes.

Así que, dado ese curioso estado de ineptitud generalizada, ya podés empezar a saber que este deambular hacia muerte sobreanunciada, esta jodida noche de repensar vanidades, camina, inevitable, hacia ese yo y ese vos que somos, desnudos, míseros y bellos, ante el reflejo del ojo que no acepta trampas de nuestros miedos.

viernes, 12 de agosto de 2011

Nacimiento

Me levanto de un útero
de llanto,
y realmente no me importa
de donde son las lágrimas.

El tiempo rompe la fuente del absurdo,
nueves meses de desolación,
y el segundo en que se vive
se divide a la mitad,
y a la mitad...

La vida puja recuerdos
que ya no existen,
que ya no valen,
y realmente ya no sé si existo
o si seré otra memoria.

Asomo la cabeza entre
las piernas exhaustas de la vida,
mil manos me separan de la madre.

Tomame entre tus manos de memoria,
soy un frágil fantasma,
corta el cordón umbilical de la cordura,
un baño de plata te dirá que existo.

Y apunta el nombre recuerdo
en el acta de defunción,
que hoy
nazco con ganas de morir.

lunes, 8 de agosto de 2011

Caída, vergüenza, sentido

Caí duro, a un fondo de precipio fingido, digo fingido porque tal vez cual montaña de ilusión tejí demasiados sueños, creí y esperé, actue, recordé, puse tus canciones, visité antiguas imagenes de cuando nos decíamos que nos queríamos y nos permitiamos dudar; ahora ya no hay dudas o más bien una confusión tan grande que no deja espacio para hablar, no hay sentidos, no hay esperas que anhelen realidades, solo este dolor, esta miseria propia de la impotencia, este dejarte ir antes de que te harte hasta que me revientes, esta confusión de pero-no-dijiste-que-tal-vez, pero no, vos ya tenías pronósticos implacables, profecías autocumplidas y una cobardía que se esconde hermosa como vos en la confusión, o más bien, en la confusa certeza de que ya no me amas. Y es que yo ya no sé que creer, si a tus palabras que cambian cuando te da la gana o si es que vos sos firme y yo soy el que cree que cambian, o a mis ilusiones que rezan a tu rostro cada noche con miseros "quereme" o esas vocecillas reales y amables que me dicen "comportate hombre". O que. O no nada. O vos. O yo. O en realidad son tonterías. Esta imagen que siendo mía es por vos, esta lucha sin armas ni soldados, esto que hace aquí o hace allá, esto, todo, completo, que carece de sentido sin tu abrazo y que más que reconforta da vergüenza por rastrero y humillante.
¿Tendría sentido luchar por algo que no se tiene, que no tendrá, que no existe, que no existirá? ¿Tiene sentido esta esperanza, esta espera, este venite que acá estamos, este andate se feliz luego venite que acá estamos, este accionar?
Lamentablemente el sentido es firme, digo lamentable porque su firmeza de esperanzada desesperanza avergüenza, es mirá ese tonto lo que hace, construye una casa que no existe, poda un árbol que no está, construye sus capas, tiende hacia la luz sin siquiera tener tronco visible o certero, es ridículo, es vergonzoso, es normal entristecer, desvariar de vez en cuando, y que ese dolor de la ausencia y la dureza del rechazo te hagan dudar, te sienten en el frío suelo de lo real; pero como digo, el sentido es firme y, para bien o para mal, el sentido sos vos, y vos no desvarias demasiado, sino tan solo lo vital.

viernes, 29 de julio de 2011

Notas sobre la esperanza

Para hacerse esperanzas no es necesario casi nada, basta un susurro o una sombra, un bello sueño, de hecho la esperanza es planta fértil que nace aún en terrenos abruptos; una nada irreversible puede crear contra todo pronóstico árboles, bosques, montañas y sonrisa en muchacha maravillosa de juicio certero y terrible, pero alegre y que ríe; entonces uno atiende a discutir ante espejos, debates en el diario, sesiones espiritistas, tal vez una que otra vela ante virgen inmaculada o deseo ante oído de la muchacha que escuchará con gana y a veces desgana y su dejo de locura que a veces se desata y desata un tsunami de esperanza y certeza de que por vos, por mí, por ellos y ellas y que joda que por él, nos quede un trabajo tan hermosamente largo, digamos cotidianamente bello y mientras la muchacha es feliz y yo por ella acá escribiendo esperando una llamada que remueva el polvo del día y reviente en nubarrones de extraña felicidad.

viernes, 22 de julio de 2011

Rostro de Vos, película "El lado Oscuro del Corazón"


Benedetti





Mario Benedetti (1920-2009) es conocido autor uruguayo, autor de numerosas obras literarias traducidas a más de 20 idiomas. Si bien es más conocido por sus poemas de amor, principalmente por su obra "El amor, las mujeres y la vida" fue un autor crítico ante la situación latinoamericana, lo que le valió el exilio. Acá transcribimos algunos poemas de su autoría.



Te quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos


No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.


Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


Los formales y el frío


Quién iba a prever que el amor, ese informal
se dedicara a ellos tan formales

mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta

como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche

y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios ,los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos

una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre

él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedas
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.


Mengana si te vas...

Mengana si te vas con el zutano
yo/tu fulano/ no me mataré
simplemente los seguiré en la noche
por todos los senderos y las dunas
vos gozando tal vez y yo doliéndome
hasta que vos te duelas y yo goce
cuando las huellas a seguir no sean
dos tamañas pisadas y dos breves
sino apenas las de tus pies dulcísimos
y entonces yo aparezca a tu costado
y vos/con esa culpa que te hace
más linda todavía/ te perdones
para llorar como antes en mi hombro.


Semántica práctica

Sabemos que el alma como principio de la vida
es una caduca concepción religiosa e idealista
pero que en cambio tiene vigencia en su acepción segunda
o sea hueco del cañón de las armas de fuego
hay que reconocer empero que el lenguaje popular no está rigurosamente al día
y que cuando el mismo estudiante que leyó en konstantinov que la idea del alma es fantástica e ingenua
besa los labios ingenuos y fantásticos de la compañerita que no conoce la acepción segunda
y a pesar de ello le dice te quiero con toda el alma
es obvio que no intenta sugerir que la quiere con todo el hueco del cañón.


Hombre que mira el cielo

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios


La culpa es de uno


Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

jueves, 21 de julio de 2011

Instrucciones para vivir una pena

Consiga una pena, algo que sufrir pues, esto es imprescindible. Si no la tiene busque a una muchacha. Convénzase de que la quiere, por ejemplo, añorela digamos todo un día, olvide el que los excesos son malos. Si la quería desde antes no es problema, continue con los demás pasos. Una vez añorada lo suficiente (de lo contrario repita) dígase que no la ama, de hecho, que la detesta; escríbalo en las paredes y en los muros, cuénteselo a sus amigos y a la mascota; si puede tratarla mal no dude en recurrir a ello, refuerza el vínculo, incluso dígaselo a ella (en caso de amores no correspondidos continúe sin que importe mucho, sea usted centro). Bien hecho esto siga hasta que usted se lo crea pero no demasiado, mientas siga añorando, haga de su vida un "añorado infierno", invítela a vivir allí. Para este punto ya la muchacha no será ni fábula ni augurio, ni quedrá café instantaneo, por lo que puede prescindir de Benedetti que siempre es compañero en estas y otras cosas de Dios. Si ha seguido con estricta fidelidad estas instrucciones, aparecerá un día y le dirá las verdades que usted mismo pregona pero que con su dulce o no tanto, boca sonarán a no-te-creo y como-es-posible. Entonces le dejará, con un miedo, un tono de libertad y su bolsa llena de sus chucherías.
Llegado este momento usted comprenderá que estas instrucciones bien pudieron titularse "Instrucciones para ser Hombre" o "Instrucciones para ser un idiota".